1. REFRIGERACIÓN INMEDIATA
Tiempo Limitado: La carne fresca debe refrigerarse o congelarse lo más pronto posible después de la compra.
Temperatura Adecuada: Asegúrate de que tu refrigerador esté a 4°C o menos y el congelador a -18°C o menos.
2. USO DE ENVASES APROPIADOS
Evitar Contaminación: Usa envases herméticos o bolsas para vacío para evitar la contaminación cruzada y la exposición al aire.
Etiquetado: Etiqueta los envases con la fecha de compra y tipo de carne para llevar un control adecuado.
3. UBICACIÓN EN EL REFRIGERADOR
Parte Más Fría: Coloca la carne en la parte más fría del refrigerador, generalmente en el estante inferior, para evitar que los jugos caigan sobre otros alimentos.
Evitar Contacto: Asegúrate de que la carne cruda no entre en contacto con otros alimentos, especialmente aquellos que se consumirán sin cocinar.
4. TIEMPO DE ALMACENAMIENTO
Carne Fresca: La carne fresca, como bistecs o chuletas, generalmente se puede almacenar en el refrigerador durante 3-5 días.
Carne Molida: La carne molida o aves deben consumirse dentro de los 1-2 días de almacenamiento en el refrigerador.
Congelación: La carne puede almacenarse en el congelador durante varios meses, dependiendo del tipo de carne y las condiciones de almacenamiento.
5. DESCONGELACIÓN SEGURA
En el Refrigerador: Descongela la carne lentamente en el refrigerador para mantenerla a una temperatura segura.
No a Temperatura Ambiente: Evita descongelar la carne a temperatura ambiente para prevenir el crecimiento bacteriano.
Cocinar Inmediatamente: Una vez descongelada, cocina la carne inmediatamente para asegurar su seguridad y calidad.
6. MANIPULACIÓN HIGIÉNICA
Lavado de Manos: Lávate las manos antes y después de manipular carne cruda.
Utensilios Limpios: Asegúrate de que todos los utensilios y superficies estén limpios para evitar la contaminación cruzada.